REFLEXIONES

                                            
    En este apartado narraré mis inicios en esta linda labor docente, el porqué  me decidí a estudiar para profesor de matemáticas, algunas anécdotas y experiencias que he vivido a lo largo de mis 25 años de antigüedad, el espacio es pequeño porque día a día vivimos situaciones que nos enriquecen en esta bella profesión.

MIS REFLEXIONES

     Mi antigüedad en el servicio es de 25 años, a lo largo de mi praxis se han presentado una larga serie de anécdotas y experiencias, muchas de ellas que me han permitido enriquecer mis conocimientos o me han servido para mejorar mi trabajo en el aula.

                                               MIS INICIOS

      Cuando cursaba el primer grado de Normal Superior en Tampico Tamaulipas en  la Normal Superior del Sur de Tamaulipas, que por cierto está por cerrar sus puertas, yo ya impartiá clases en la Esc. Primaria Felipe Carrillo Puerto cubriendo faltas, recuerdo que inicie ayudando en la cooperativa escolar tal vez tendría unos 16 años y un día al faltar una de las maestras me dijo el Director el Profr. Barbosa de quien tengo bellos recuerdos, Carlitos ayúdame a cuidar a los niños de tercer grado, la orden me pareció un regalo. Y me dirigí al salón de tercer grado “A”, algunos de los niños ya los conocía porque por las tardes jugaban futbol conmigo, de esas cascaritas que se dan en las calles. Me llamo mucho la atención la presentación del Director. “Niños los va a cuidar el Maestro Carlos, no quiero quejas respétenlo y a trabajar” Me sentí muy extraño era la primera vez que me llamaron Maestro, y ni hablar le pedí a los niños sacar su libro de matemáticas, recuerdo muy bien que a muchos no les gustaba sumar ni restar y me puse a jugar con ellos dando saltos al frente y atrás, al frente se suma y atrás se resta, les llamo la atención y a partir de ese momento me di cuenta que a los niños les gusta a aprender por medio del juego. Me di a la tarea de conseguir libros de juegos de ingenio, de retos matemáticos, ese fue mi debut, a partir de esa clase cada que faltaba una maestra me hablaban para cubrir el grupo así que había que leer todos los libros de los diferentes grados de primaria  aunque les confieso me llamaba más la atención enseñar matemáticas, me hice algo popular en la zona, me pedían elaborar periódicos murales, hacer exámenes con esténcil, los exámenes se hacían en mimeógrafo y como me gustaba dibujar las maestras me pedían que ilustrara los exámenes.

      Pasa el tiempo y como parte de mi estudio en la Normal me piden participar en un concurso de Estadística. Mi maestro Rubén, me comenta que el primer lugar ya no pagaría los cursos de verano por venir, estaba en tercer grado y me lance al concurso, mi amigo Pedro me presto una calculadora de agenda de aquellas primeras Casio que se conseguían en los llamados Macalitos, Pedro no era de Tampico ya que yo curse en verano y venían a Tampico y Cd. madero muchos maestros a prepararse en la Normal Benito Juárez y la del Sur de Tamaulipas, llego el día del concurso, éramos muchos concursante tal vez cien, fueron varias fases, las fui librando al final quedamos cinco participantes el primero que resolviera cinco problemas correctamente se llevaría el primer lugar y así lo hicimos logre ganar el primer lugar, recibí un trofeo, no pagé los cursos por venir y me ofrecieron trabajo en la Esc. Preparatoria Continental y Sec. Téc. Laplace donde trabaje por cerca de 9 años ya combinando con cuatro horas en la Sec. Gral., N° 3 “Valentín Gómez Farías” lugar donde me recomendó la profesora Juanita Marín, mi vecina quien veía mis clase por la barda de casa cuando regularizaba a niños de la primaria donde laboraba eventualmente.

     Comento todo esto ya que sé que estas experiencias me fortalecieron en mi práctica docente, en la primaria un estilo diferente de impartir la clase, una forma diferente de  controlar la disciplina, en preparatoria  el ambiente de aprendizaje nada que ver con el de primaria tan solo la forma de hablar debe ser diferente, y en secundaria algo especial para mí, trabajar con adolescentes me llamo la atención y por eso decidí quedarme en ese nivel.
Después me invitaron a trabajar en el Instituto de Ciencias y Estudios superiores de Tamaulipas (ICEST) escuela particular, en la cual trabaje por 9 años combinado con las ya 8 horas en la SEP. 

     Otra experiencia, un nivel de aprendizaje de los alumnos más altos, mucha exigencia por parte de rectoría del plantel, mucha avaricia por el cobro de colegiaturas, una ambiente ficticio con supuestos aires acondicionados que durante mi estancia nunca funcionaron bien pero si los cobraron como nuevos, la forma tan fea de sacar del salón de clase a los alumnos que no pagaban la colegiatura y se quedaban sin examen y los descuentos en la nómina de maestros  sin aviso por el pago de boletos de las supuestas  grandes residencias que rifaba el dueño de la escuela.

     Pero de todo lo que obtuve en realidad fue positivo las exigencias me permitieron ser más puntual porque si no, había descuento, entregar los registros tal y como los querían, cumplir con la planeación en tiempo y forma porque si no retenían el pago de quincena.
Mi Directora maestra Luna una gran persona, quien nos motivaba a realizar el trabajo, una linda persona que trataba de cuidar nuestro trabajo pero que las decisiones  de arriba no podía contradecirlas. En ese lugar aprendí a trabajar en equipo, lamentablemente la escuela creció más de lo conveniente, preescolar, primaria, secundaria preparatoria y universidad se imaginan todos esos niveles juntos, asambleas todo el día eventos al por mayor y un edificio en construcción, y por ese motivo el trabajo se volvió rutinario ya no había punto de reunión algunos compañeros ocupados en primaria, otros en prepa, batallamos mucho y decidí salirme y quedarme solo con el sistema SEP, olvidaba mencionar que en el ICEST, impartí clases a nivel Normal Superior, ya que como parte de la actualización de los maestros trabajadores de la institución nos obligaron a estudiar la Maestría en sus instalaciones, algo que agradezco por las experiencias, pero por el documento obtenido no, ya que la SEP no reconocía esos estudios, porque se decía que la escuela no era formadores de docentes. En fin un fiasco.
     Para ese entonces contaba con cerca de 20 horas, pertenecía al turno vespertino cuatro segundo grados de los que se dice ser el grado más difícil en secundaria por la actitud de rebeldía de los alumnos quienes se sienten dueños de la secundaria, pues a darle, buscar estrategias y técnicas grupales para motivar a los alumnos, tratar de hablarles firmes pero a la vez con dulzura para que naciera el gusto por mi asignatura matemáticas. En realidad los jóvenes andaban muy mal no sabían tablas de multiplicar, no sabían sumar mucho menos dividir, una de las estrategias para lograr enseñar las tablas que por cierto están fuera del programa de segundo grado de secundaria fue reducirlas aplicando la propiedad conmutativa de la multiplicación, por ejemplo 3 x 4 = 12 es lo mismo que 4 x 3 = 12, y en lugar de presentar los 100 producto que les pedían memorizarse  en la primaria, ahora solo batallarían por 36, y de esa forma a los alumnos les parecían más fáciles, otra manera fue realizando un juego de las carreteras donde se puede apreciar por cuadricula que se forman al cruzar carreteras los resultados de las tablas, algo que les gusto mucho, además agregamos algunos juegos y en verdad aprendí mucho con ese reto porque comprendí que las matemáticas no son tan difíciles de enseñar como se dice.
      Logre adquirir el aprecio de mi Jefe de Enseñanza el Profr. Rafael Romero, a quien ya conocía porque fue mi maestro en la preparatoria les confieso que le tenía miedo ya que su carácter y su forma de ser imponían, me pedía que le apoyara en su exposiciones y trabajos de las academias de la zona y creo que obtuve grandes beneficios porque aprendí muchas cosas con los consejos que me daba.
Me incremente en 6 horas donde impartí el taller de dibujo técnico Industrial
la verdad fue una experiencia satisfactoria ya que logre darme cuenta de los temas transcendentales de la matemática para carpintería, estructuras metálicas, electricidad, corte, informática que estaba en sus inicios. De este hecho convencía a mis alumnos de la necesidad de estar atentos en la clase de matemáticas cosa que ellos comprendieron.
En la actualidad cuento con 41 años con todos los grupos de tercer grado de la escuela y un segundo grado, me encanta impartir mis clases, me motiva cuando mis alumnos aplican lo adquirido en el salón de clase, me siento contento cuando veo el logro de mis alumnos pero muchas veces me decepciona que algunos alumnos no muestran interés en lo que estudian y más cuando no existe el apoyo de los padres de familia que pocas veces contamos con ellos.

                        ANÉCDOTAS CON MIS ALUMNOS

  •    Recuerdo una ocasión en la cual fui contratado para dar clases de apoyo a una jovencita de preparatoria de nacionalidad japonesa, las clases eran de geometría analítica, y pues decidí apoyarla, la verdad no sé qué tiene la cultura japonesa en relación al estudio ya que esta joven no me dejaba descansar, si le encargaba 4 problemas de algún ejercicio del libro de Lehmann, resultaba que me contestaba todos los problemas y me hacía cada pregunta que en realidad me hacía pensar en ese momento comprendí que nuestra profesión de docentes nos obliga a estar preparados al 100% ya que si uno no responde correctamente a los alumnos estos dudaran de lo que uno enseña, otra cosa importante fue llevar algunos de los problemas del libro a la vida real porque de esa forma eran mejor comprendidos como me lo decía esta joven y sinceramente mis respeto para ella, me hizo estudiar más.
  •    Un joven alumno de tercer grado, rebelde, grosero, desinteresado, me reto un día a golpes ya que estaba molesto por que le llame la atención, me dijo que porque le levantaba la voz, que yo no era nadie para gritarle y en verdad no lo hice solamente le pedí que guardara silencio, pues su reacción fue grave se levantó muy molesto y me grito a la salida lo espero en la peletería, un local que se encontraba en la esquina de la escuela, y bueno hay que entrarle al toro ni más, entonces mi reacción fue decirle, sí lo quieres entonces  a la salida estaré donde me lo pides. Las horas pasaba y en el primer descanso me busco y me miró fijo y se carcajeo, no le dije nada, ni lo comente con prefectura con nadie, para el segundo descanso la misma actitud, 30 minutos antes de salir fui al baño la verdad preocupado, no sabía qué hacer, pensé en comentarlo pero decidí no hacerlo, sorpresa al ir a lavarme las manos se aparece el joven y me dice sabe maestro creo que no vale la pena disgustarme así con usted porque le voy a ganar, no creo que usted sepa pelear, a lo que le conteste tal vez no se pelear como dices tú, porque ese no es mi trabajo ni mis intereses mi interés eres tú, tu educación tu futuro, no le hubiera dicho eso, se acercó me abrazo y se puso a llorar, me dijo que nadie lo tomaba en cuenta, que en su casa no lo querían, que su novia lo había dejado, le dije eso te hace ser hombre el que te des cuenta que debes cambiar y a partir de ese hecho mi alumno cambio su actitud conmigo y con mi clase, me esperaba a la salida para decirme nos vemos mañana , creo que esa es la mejor satisfacción que uno puede obtener como maestro que nuestros alumnos cambien actitudes para bien.
  •    Cuando el alumno se quiere pasar de listo y lograr sus objetivos es capaz de muchas cosas, resultado que estoy en la revisión de cuaderno de apuntes y me percato que un joven no había entregado ninguno de las cuatro actividades realizadas en el salón y mucho menos su cuaderno de apuntes. Le hago un reporte y citatorio para el día siguiente. “Necesito platicar con tu mamá o papá para buscar la manera de solucionar tu irresponsabilidad en la entrega de trabajos” la respuesta del joven “No sé si puedan están ocupados”. Al día siguiente a la hora de entrada ya me espera un señor muy alto y corpulento parecía luchador, buen día señor y no me contesto, disculpe me buscaba, y me dice “soy el papa de Cárdenas, me dice que si no venía usted ya no lo quiere en clase y sabe los maestros no le pueden negar la educación a los niños, además no sé porque lo hostiga tanto, el niño está al corriente en el mentado cuaderno que le pide. Señor su hijo lamentablemente no ha trabajado en el cuaderno no tiene ningún apunte. Como que y esto que es. Y me muestra un cuaderno bien forrado, con su etiqueta a nombre de Cárdenas y todos sus apuntes en orden, sabía que era imposible que el cuaderno fuera de él, porque uno llega a conocer la forma de trabajar de nuestros alumnos, aunque existía la posibilidad de que el joven lo hubiera realizado durante toda la tarde del día anterior pero no lo creí, “Señor ese cuaderno no es de su hijo, conozco la forma de trabajo de él y esa no es su letra” el señor muy molesto se acerca a mí de forma agresiva, Anda mal maestro porque usted hasta duda de mí y eso no se lo permito, a lo que el alumno decía ves papá siempre me trata así. Un poco abrumado le dije está bien señor tranquilo creo que no vale la pena que se moleste así, pero insisto ese cuaderno no es de su hijo. Resulta que el joven pidió un cuaderno prestado a un amigo de otro grupo y solo cambio las pastas, la verdad me sentí intimidado por el padre de familia. acto seguido compare con los otros cuaderno de diferentes materias, y le demostré al padre de familia que la letra y números del cuaderno de matemáticas no eran hechos por su hijo, no quedo tan conforme el señor, y le sugerí que su hijo podría recuperarse con algunas actividades extras. El joven Cárdenas solo reía. Al  día siguiente al pasar por el departamento de Orientación Educativa estaba otra vez el señor. padre de familia, se le había citado ya que Cárdenas golpeo en la cara a un alumno de primer grado, la lesión que ocasionó fue grave lo que ameritó una suspensión o como le llaman ahora un intercambio con otra secundaria y esa fue la forma en que Cárdenas salió de la escuela.


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